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El pasado 17 de mayo, nos reunimos a las puertas del Museo de Bellas Artes de Cádiz (el cual se encuentra en la Plaza de Mina), varios alumnos/as del Centro de Educación Permanente “Pintor Zuloaga” y la profesora Patricia. El edificio que es de estilo Neoclásico, pertenecía al Convento de San Francisco.

A las puertas nos recibió el guía que iba a mostrarnos la primera planta, donde están ubicadas las obras de pinturas. Este señor de nombre Paco era muy simpático y nos hizo la visita muy amena. Dicha planta está dividida en cuatro salas: dos dedicadas a los siglos XVII y XVIII, y otras dos a los siglos XIX y XX. La sala de pintura barroca cuenta con obras de Francisco Zurbarán, Alonso Cano, Rubens y Bartolomé Esteban Murillo. Esta sala es la que más me gustó, pues en ella se exponen obras con muchos matices de colores y un gran formato como el retablo central y “La Inmaculada” de Murillo. De Zurbarán destacan las pinturas en tablas de los Beatos Cartujanos, procedentes de la Cartuja de Jerez. También se encuentran en esta sala obras de las escuelas flamencas e italianas, destacando “La Sagrada Familia” de Rubens. Hay una obra de Murillo, que tiene gran significado y es “Los desposorios de Santa Catalina”, la última obra encargada a este pintor, ya que éste murió a consecuencia de una caida sufrida mientras lo pintaba.

La visita fue muy interesante y didáctica, por lo que pienso repetirla para ver la totalidad del museo.

Manuel Campanario Alejo.Graduado Libre Secundaria.Arbolí.